martes, 6 de julio de 2010



PSICOTERAPIA ANTROPOSOFICA


Este artículo es fruto de las reuniones de estudio e intercambio de ideas de un grupo de psicólogos de orientación antroposófica que actualmente trabajan en el desarrollo de la Psicología Ampliada por la Antroposofía.


"La primera Ciencia en la que el espíritu se ocupa de sí mismo es la Psicología. El espíritu se encuentra consigo mismo en la observación"
...el método psicológico constituye la profundización del espíritu en su propia actividad".
Rudolf Steiner

La Psicoterapia Antroposófica comprende al Hombre dentro de un espectro amplio. El Hombre es un ser espiritual, que en la Tierra hace un camino, en un proceso de constante devenir. En este camino trae un pasado, una tarea impuesta por el presente y un futuro en el que los frutos de la vida formarán a su vez una nueva meta.
Como individualidad, se va transmutando a través de sucesivos nacimientos y muertes por ello la Psicoterapia se asienta sobre el concepto de metamorfosis.
En cada septenio, atravesamos diferentes crisis evolutivas que implican conflictos y a la vez nuevas oportunidades. Es necesario “morir”, en cierto sentido, para nuestro ser falso y separado, el ego, hacia el despertar de lo que no muere en nosotros: nuestro Yo de naturaleza espiritual.
Desde esta perspectiva, el terapeuta ayuda al paciente a comprender el sentido de su enfermedad para que se torne fructífero para el futuro. En esta tarea, la actitud y el trabajo espiritual del terapeuta sobre sí, son un factor curativo eficaz. No existen técnicas fijas que puedan ser aprendidas racionalmente sino el encuentro entre dos seres humanos, uno buscando ayuda y el otro ofreciéndose a acompañar un proceso y un camino de desarrollo individual y también social.

El encuentro del ser espiritual del psicoterapeuta con el ser espiritual del consultante abre caminos sanadores. El relato de los hechos vividos es muy importante, como también lo es el compartir, en cada encuentro, el ser anímico espiritual que vivencia estos hechos. Recibir esas vivencias con un corazón abierto, dejando de lado los preconceptos, escuchar con un vivo interés, respeto y un cordial abrazo del alma también es terapéutico. Si permaneciéramos solamente con el contenido del lenguaje hablado, con el análisis de cada situación, probablemente sentiríamos que algo nos está faltando, incluso podría sobrevenir una sensación de cierto vacío.

En palabras de Rudolf Steiner:”Todos los procedimientos curativos que se aproximan más o menos a la psicoterapia, tienen por característica aportar amor al enfermo. El bálsamo que podemos darle es el amor... y esto en realidad es lo que sucede, aunque no hagamos más que ayudar a un ser a recuperar el equilibrio en su alma deprimida: es siempre el amor el que se manifiesta.. Esto es lo que da a los tratamientos psíquicos su verdadera eficacia: la fuerza del amor metamorfoseado. Y es necesario comprender que si esta fuerza del amor no está en la base del tratamiento no alcanzará el fin perseguido....Es así como, hasta en los tratamientos en que esto no es muy evidente, se realiza siempre un acto de amor, aunque todo se haya transformado aparentemente en pura técnica.”
Rudolf Steiner: Las Manifestaciones del Karma, décima conferencia
La Psicoterapia de Orientación Antroposófica ofrece un marco adecuado para las perturbaciones del equilibrio psíquico y espiritual. La imagen y el estudio del Hombre desde la Antroposofía, que amplían la concepción de la psicología tradicional, nos brindan, como punto de partida, la posibilidad de tener una observación exhaustiva del paciente y de poder realizar un diagnóstico integral de acuerdo a la comprensión de su problemática, para construir luego, junto con el paciente los caminos terapéuticos a seguir.
Despertar el ser anímico espiritual es un camino de desarrollo interior que necesita plena conciencia y perseverancia. Supone también el trabajo de aprender a pensar desde nuestra individualidad ordenando la realidad físico - anímica.

La propuesta es transformar en el presente, llevar el pensar al actuar desde el corazón, entrar en el proceso de cambio y desde allí emerger con un pensamiento vivo, con un sentimiento ecuánime y una acción consciente. De este proceso saldremos fortalecidos para brindarnos a la vida social y para realizar nuestras metas.

En el encuentro con un paciente nos centramos primero en recibirlo, abriéndonos a ese ser para comprender su situación actual, su conflicto presente o la crisis vital que está atravesando. Luego iremos interiorizándonos paso a paso de su biografía o historia vital, tratando de entender la situación actual a la luz de lo ya vivido, ayudando al paciente a encontrar un sentido, una coherencia en lo que está experimentando. Esto va ayudando al otro a poner lo que le pasa en un contexto mayor y más completo para más adelante poder decidir con nuevas herramientas el camino a seguir según sus nuevas metas, a la manera de cuando, para observar mejor un paisaje en el que nos encontramos, debemos alejarnos, por ejemplo escalando un cerro para observarlo desde otra perspectiva. Así descubriremos aspectos del paisaje que no podíamos ver al estar “sumergidos” en él. Obteniendo esta visión panorámica de la totalidad que vemos ante nosotros, estaremos en mejores condiciones para decidir el rumbo a seguir.
En esta tarea la principal herramienta es la palabra, el diálogo, la escucha. Además el terapeuta puede valerse de diversas técnicas psicoterapéuticas, así como de recursos del ámbito de lo corporal, y de lo artístico, de acuerdo, no sólo a la necesidad de cada persona, sino a la experiencia y situación evolutiva de cada profesional.



jueves, 17 de junio de 2010

PSICOLOGÍA AMPLIADA POR LA ANTROPOSOFÍA

TENIENDO EN CUENTA LA TRIESTRUCTURA Y LA CUATRIMEMBRACIÓN DEL SER HUMANO
La Antroposofía considera al hombre como una individualidad conformada por cuerpo, alma, y espíritu. En esta constitución tripartita, el alma se relaciona, recibe, y trasmite datos al cuerpo por un lado, y aspira a conectarse y desarrollarse hacia el espíritu por otro.
Rudolf Steiner, luego de treinta años de investigación científico-espiritual, publica su esquema de las dependencias físicas y espirituales de la entidad del hombre como punto de partida de una Psicología que reconoce la conexión de lo anímico con los procesos fisiológicos del cuerpo. Por otra parte en el alma existe además el impulso evolutivo hacia el espíritu.
Este enfoque ilumina la comprensión psicológica y psiquiátrica de los cuadros clínicos y su abordaje psicoterapéutico, dado que para hacer justicia a la entidad del hombre, también este abordaje debe ser tripartito. La ampliación hacia el cuerpo (físico) del cuadro clínico psíquico, conduce a la comprensión de sus raíces orgánicas y
 al tratamiento a partir de aquél. La ampliación hacia el espíritu permite captar al Yo siempre sano del enfermo psíquico, el cual a partir de la afección anímica puede cobrar impulsos para la evolución del alma. Por lo tanto lo adecuado es la psicoterapia que se dirige al espíritu. También, la misma vida anímica afectada se puede abordar del modo más inmediato mediante la terapia artística.


El alma está primordialmente dotada para estar activa en ambas direcciones y es por lo tanto un ser que se transforma e intensifica a sí misma en la experiencia. Un ser cuya metamorfosis no se halla limitada por la muerte.
Este enfoque tiene en cuenta el hecho de las vidas sucesivas del hombre. (Reencarnación y karma): Impulsos de una vida anterior intervienen en el presente y se convierten a su vez en gérmenes de actuación moral para la formación de una siguiente vida terrestre. La individualidad humana tiene su propia herencia de destino que solo puede ser adquirida en la tierra en una vida terrenal anterior. La transmisión hereditaria a través de los antepasados, proporciona al Yo el material con cuya ayuda él conforma cuerpo y vida. Según su esencia cuerpo y vida se configuran por metamorfosis terrenal anterior cuya situación anímica encuentra en las predisposiciones una expresión corporal. La individualidad busca en cada caso aquella predisposición en la corriente hereditaria que le posibilite continuar el desarrollo psicológico – espiritual en una vida terrenal próxima. La enfermedad psíquica también sirve para ello. El Yo no sólo escoge las predisposiciones físicamente arraigadas sino también el medio circundante específico para su materialización. Este medio representa un cuerpo ampliado, “cuerpo social” en el cual el Yo busca encarnarse.
Así como cuerpo, alma y espíritu actúan unos sobre otros constantemente en la vida, así toda terapia corporal actúa ascendiendo hasta el espíritu y toda terapia espiritual actúa descendiendo hasta el cuerpo y la terapia artística tiene sus repercusiones hacia “abajo” y hacia “arriba.”De este modo, surge un abordaje respetuoso de la verdadera imagen del hombre.



efectuado sobre las obras:

“El alma humana” F.W.Zeylmans Van Emmichoven.
“La Psicología Antroposófica. Critica y Ampliación de la Psicología de las Ciencias Naturales” (epílogo de la obra “El alma humana”) H Müller- Wiedemann
“Ampliación de la Psiquiatría por la Antroposofía” Rudolf Treichler